Cuando la Fe Sostiene, Pero También Desgasta. Dificultades de un Pueblo Desde la Distancia
Esta frase: «Cuando la fe sostiene, pero también desgasta» describe una paradoja donde la fe, aunque fuente de fortaleza y esperanza, puede generar un desgaste físico, emocional o espiritual en las personas debido a la adversidad, las pruebas, la desilusión o el esfuerzo constante de vivirla.
En Actitud y Psicología te comentamos que este desgaste puede manifestarse como cansancio, duda, e incluso pérdida de la fe si no se gestiona adecuadamente, lo que requiere un retorno a las prácticas espirituales como la oración, el apoyo de la comunidad y ayuda psicológica.
Un ejemplo de esto son los venezolanos que emigraron de su tierra por distintas circunstancias y deseosos de volver con la esperanza de reencontrarse con los suyos, ven con ansiedad desde el exilio, como los cambios positivos no llegan, provocando un peso psicológico por un país en pausa. Sin embargo, después de una dura caída, hay que levantarse y limpiarse el polvo.
Factores que Contribuyen al Desgaste de la Fe
Hay muchos factores que contribuyen cuando la fe sostiene, pero también desgasta. Uno de esto son las adversidades, los conocidos como “desiertos espirituales”, momentos de dificultades, de angustias y desesperación en nuestras vidas donde creemos que Dios nos ha abandonado, erosionando nuestra confianza y debilitando nuestra fe.
Para https://attitudeandpsychology.com vivir la fe de manera constante y enfrentarse a los obstáculos de la vida puede agotar las fuerzas espirituales. Ver la ausencia de buenas obras, cuando crees que llegó el momento del triunfo y todo será tan bueno como antes, pero no es así y la dura realidad te golpea, pueden llevar a la frustración y al desgaste.
La realidad de una nación como la venezolana, con más de 25 años en la oscuridad, hace que sus hijos fuera del país sientan que no hay una luz al final del túnel.
Estrategias Para Enfrentar el Desgaste
Ante la situación de cuando la fe sostiene, pero también desgasta, existen estrategias para enfrentar dicho desgaste.
Más allá de la oración constante para nutrir la fe y encontrar consuelo en momentos difíciles, podemos buscar el apoyo en la comunidad religiosa, en las agrupaciones civiles en el exilio y en familiares y amigos que también estén fuera de tu país puede ayudar a superar la sensación de estar solo en las luchas. Otra manera es ayudar a quienes sufren situaciones similares puede ser una vía para encontrar un propósito que fortalece la fe y transforma la desesperanza.
La paciencia y la confianza de que todo pasa por un propósito es otra de las herramientas para vencer el desgaste. Confiar en que Dios escucha, actúa y sostiene, incluso cuando nuestras fuerzas parecen desfallecer, es crucial para mantener la fe.
Buscar ayuda con un guía espiritual da tranquilidad y sosiego. Por otra parte, la ayuda psicológica como la de los expertos de https://attitudeandpsychology.com con diversas terapias fortalece desde lo mental.
Cómo la Fe Sostiene y se Renueva
En el punto que nos damos cuenta cuando la fe sostiene, pero también desgasta, hay que buscar revertir la situación.
Hay días en los que no hay una crisis, pero igual te sientes agotado, irritado, con un cúmulo de emociones negativas producto de situaciones externas que se escapan de tus manos y que no puedes cambiar. Sin embargo, la vida continua y hay que seguir delante de la mejor manera, dejar en manos de lo divino y de aquellos que puedan producir los grandes cambios.
Para https://attitudeandpsychology.com mientras tanto, desde nuestro lugar, debemos seguir acercándonos a la fuente que Dios para renovar nuestra fe.
Hay que sacudirse la tristeza, haciendo ejercicios al aire libre, organizando pequeños paseos, visitar a los amigos, tener una mascota a la cual podamos atender y por supuesto, ampararnos en la familia, con una familia unida se puede soportar cualquier tempestad.
Después de la Tormenta Viene la Calma
Finalizando el tema: “Cuando la fe sostiene, pero también desgasta”, en https://attitudeandpsychology.com te comentamos que nada es eterno, ni siquiera los malos momentos, como dice la frase: “Después de la tormenta viene la calma”.
En tiempos de debilidad, la gracia de Dios se perfecciona, ofreciendo la fuerza necesaria para continuar. Está bien pausar y soltar, como dicen las sagradas escrituras en Isaías 40:29: “Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.” Llegará el día en que todos los venezolanos en el exilio puedan volver a su tierra prometida: Venezuela y disfrutar de su leche y miel.
Ya para concluir, sigue con nosotros y lee: “Momento Para Dar el Salto a un Nuevo Trabajo” a través del enlace: https://goo.su/kgVeeBx.
Fuente: https://goo.su/YNZ2